Aprendizaje basado en servicio de ODS relacionados con una producción y consumo responsables

La consideración de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) es una necesidad urgente para todos los países del planeta. A nivel global, de acuerdo con el Sustainable Development Report 2021 (SDR2021) de Naciones Unidas del año 2021 sobre los ODS (https://dashboards.sdgindex.org/), España ocupa el puesto número 20 de 165 países. No obstante, se encuentra a la cola entre los países de la OCDE (64,8 puntos frente a los 70,1 de media) y, sobre todo, de la Unión Europea (con 87,6 puntos de media, 23 puntos más que España).

Nuestro país está muy bien situado en algunos indicadores de ODS, tales como aquellos referentes a cuestiones de igualdad, en las que nuestro país es un referente a nivel internacional. Por contra, España es uno de los países en los que toda la relación con el medioambiente se encuentra más tensionada. Así según el SDR2021, España obtuvo los siguientes resultados (evaluados sobre una puntuación máxima de 100 puntos) en algunos de los aspectos relacionados con los ODS que se trabajan en el proyecto A-BASE-DE-PROS, en los ODS2 (índice de gestión sostenible de nitrógeno -0,8 puntos-), ODS6 (sostenibilidad de extracción -24,0 puntos-), ODS7 (porcentaje de energía eléctrica procedente de fuentes renovables -14,7 puntos-), ODS12 (pérdidas por dispositivos electrónicos -19,0 puntos-, emisiones de SO2 -entre 8,2 y 37,2 puntos-, huella de nitrógeno -45,0 puntos-, residuos sólidos municipales no reciclados -0,8 punto- ), ODS13 (emisiones de CO2 importadas -0,2 puntos-), personas afectadas por el cambio climático -0,6 puntos-) y ODS14 (salud de los océanos -48,7puntos- , capturas de especies marinas -14,6 puntos-, biodiversidad marina -0,6 puntos-).

Afrontar cualquier reto requiere comprender su dimensión e importancia. Por ello, en primer lugar, realizaremos un análisis del compromiso y conocimiento medioambiental, tanto de los estudiantes de secundaria como de los universitarios. Este aspecto podría pasarse por alto porque asumimos que las personas comprometidas actúan correctamente, pero muchas veces no resulta así. Por ejemplo, muchas personas reciclan, pero no depositan los residuos en el contenedor correcto (especialmente cuando se trata de envases), creen que el coche eléctrico no contamina o que las instalaciones de energías verdes no tienen ningún impacto medioambiental, aunque suponen modificaciones, en ocasiones drásticas, del entorno natural.